Ley de transición energética: la Sociedad Civil se pronuncia

Alejandra Roa
Alejandra Roa

Investigadora en participación comunitaria

El pasado 16 de junio de 2021 en la Comisión V del Congreso de la República de Colombia se discutió este proyecto que dice ser de transición energética. Por eso, con el colectivo Voces por el Clima (un grupo de organizaciones de la sociedad civil) emitimos este concepto que busca aportar a reflexiones y cuestionamientos sobre esta propuesta legislativa. Así mismo, habilitamos un enlace para quienes quieran sumarse lo puedan suscribir: INGRESA AQUÍ

 

A continuación compartimos las ideas centrales de cada uno de los mensajes que buscamos destacar:

– Perpetúa y viste de  verde la extracción de combustibles fósiles: Estimula la extracción de carbón y gas y el desarrollo de un mercado de energías NO RENOVABLES, como el hidrógeno azul, que requiere gas metano como materia prima y libera CO2, usando tecnologías que NO han demostrado su efectividad.

 

Sólo le faltan dos debates conjuntos en plenarias ¡NI NOS ENTERAMOS!. Ha sido debatido en el Congreso a puerta cerrada, sin ser socializado con el país.

– Hidrógeno azul: el peligroso disfraz de renovables: El hidrógeno azul NO ES una energía renovable NI LIMPIA. Se usa gas metano como materia prima para generar hidrógeno y se consume gran cantidad de agua. Preocupa que quieran lavar el GAS (fósil) del fracking y de otros yacimientos no convencionales para producir un milagro energético que no existe.

– Trámite a espaldas de la ciudadanía: Sólo le faltan dos debates conjuntos en plenarias ¡NI NOS ENTERAMOS!. Ha sido debatido en el Congreso a puerta cerrada, sin ser socializado con el país. Adicionalmente, se lleva a cabo en un momento coyuntural, donde dos reformas (tributaria y de salud) han sido tumbadas en la calle por no ser ni consultadas, ni pertinentes a la realidad de Colombia.

– No contiene un enfoque de derechos, ni de de justicia climática, ambiental y social: No integra salvaguardas para que comunidades vulnerables a la crisis climática, incluyendo campesinado,  pueblos indígenas o comunidades negras, tengan garantías para que sus derechos a la participación, al ambiente sano, a la integridad cultural y otros, les sean respetado.

– El abuso de la declaración de utilidad pública y proyectos PINES sin criterios ambientales ni sociales: Contribuye a flexibilizar requisitos ambientales mínimos y  entorpece la participación ciudadana directa, evitando una transición energética democrática, pues los PINES pueden imponerse sobre el ordenamiento territorial definido a nivel municipal.

– Ausencia de enfoques diferenciales étnicos y de género: No hace alusión a las afectaciones que históricamente han sufrido las comunidades étnicas, ni aborda la lógica de conflicto y violencia que puede derivarse de los proyectos energéticos (principalmente extractivos) que pueden impactar negativamente en particular a las mujeres, niños, niñas y adolescentes.

 

El Ministerio de Minas se vuelve juez y parte en regulación y seguimiento: Con este Proyecto de Ley, se da paso a que las autoridades ambientales, así como las encargadas de velar por los derechos de las comunidades afectadas por estos proyectos, jueguen un rol secundario al otorgar  facultades exclusivas al Ministerio de Minas y Energía.

– Flexibilización de trámites ambientales: Se habla de ‘racionalización de trámites’, que no es otra cosa que PERMITIR a estos proyectos continuar con el proceso de adjudicación sin tener aprobada  la Licencia de Impacto Ambiental (que es el mínimo requisito ambiental). ¡Ojala a todas nos aplicaran “racionalización de trámites” para ir al médico!.

– Revive temas tributarios que debieron quedarse enterrados con la reforma: La creación de un  “Fondo ÚNICO de Soluciones Energéticas”, desplaza beneficios de energías renovables a no renovables (como el gas) y abre la puerta a cuatro fuentes de energía no convencionales: geotérmica,  biogás,  hidrógeno azul e  hidrógeno verde.

– Se fortalece la centralización en la distribución de la energía: Reduce procedimientos al sector energético e incorpora nuevas fuentes de energía que aportarían AL MISMO SISTEMA. Adicionalmente, NO INCLUYE incentivos para promover la interconexión de territorios por medio de fuentes de energía no convencionales, renovables y con la participación ciudadana.

Para leer el documento completo ingresa aquí